Las noches son para soñarte y las mañanas para admirarte, y la eternidad para amarte... esa es mi realidad mi pecado, mi mas hermoso castigo. Me enseñaste a estrañarte y tendras q vivir con el remordimiento, me hundiste en la soledad del limbo infinito. y ahora me ahogo en un vaso de agua, mi mundo es un reflejo de la desesperación, y mis palabras son un vacio, la lujuria es parte de la piel ciomo la sangre en el piso del guerrero herido...
aun puedo percibir tu perfume en mi almohada.
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